Crisólogo Cáceres: “El futuro del movimiento consumerista en Latinoamérica depende mucho del apoyo y articulación que las organizaciones puedan brindarse entre sí”

Crisólogo Cáceres es presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC) y coordinador del Consejo Latinoamericano y del Caribe de Organizaciones de Consumidores (OCLAC). También es miembro del Consejo Directivo (Board) de Consumers International.

En esta entrevista explica cómo es el movimiento consumerista en América Latina, cuáles son sus debilidades y fortalezas, y hacia adonde debe avanzar en el futuro. Además, habla sobre la relación que la Fundación FACUA tiene desde hace años con ASPEC y OCLAC.

1. ¿Cuáles son las particularidades del movimiento consumerista en América Latina?

El movimiento consumerista es muy heterogéneo, pues hay organizaciones dedicadas a distintos rubros como el ecológico, alimentos, productos y servicios en general…

Normalmente sus posibilidades financieras son muy escasas debido a la falta de apoyo por parte de la legislación y el Estado. Esto implica que muchas de ellas basen su accionar en la labor voluntaria de sus colaboradores y no en un trabajo remunerado como debería ser, lo cual conspira contra su profesionalización.

Además, la utilización de las plataformas tecnológicas para transmitir información y difundir sus campañas se encuentra, en la mayoría de casos, en una etapa inicial. A pesar de estas dificultades, todas las organizaciones de consumidores gozan de prestigio en sus respectivos países, lo cual es muy meritorio.

2. ¿Cuáles son las principales dificultades que encuentran en el día a día las asociaciones de consumidores?

La principal dificultad es la sostenibilidad financiera, pues la falta de recursos económicos obliga a las organizaciones a una búsqueda permanente de fuentes de financiamiento, por más pequeñas que éstas sean.

Hay países como Chile que cuentan con fondos concursables o Perú, donde se le asigna un porcentaje de las multas impuestas a las empresas que violan los derechos de los consumidores a las asociaciones que interponen las denuncias pero, claramente y por distintas razones, son mecanismos insuficientes.

3. ¿Cuál debería ser la evolución del movimiento consumerista en Latinoamérica?

Cada país de la región latinoamericana tiene sus propios problemas que, a los ojos de un europeo, podrían resultar muchas veces sorprendentes porque los tienen resueltos hace décadas. Por ejemplo, hay países en los cuales la carencia de agua es el tema principal, en otros lo es el uso de pesticidas letales y prohibidos en los campos de cultivo, en algunos casos lo es la proliferación de productos importados de Asia de mala calidad y/o tóxicos, etcétera.

En tal sentido, el futuro del movimiento consumerista de la región depende mucho del apoyo y articulación que las organizaciones puedan brindarse entre sí para identificarlos y hacer causa común en relación a ellos. También es importante que las organizaciones comprendan que, si pueden compartir información sobre sus fuentes externas de financiamiento, sería muy positivo para el movimiento en su conjunto. OCLAC intenta cumplir ese rol tan complejo.

4. Con la experiencia que ASPEC posee en fomentar que los consumidores se asocien a la organización ¿Considera que la implantación de la membresía sería posible y deseable en las asociaciones de consumidores de América Latina?

A diferencia de lo que sucede en Europa o en EEUU, en Latinoamérica en general y en Perú en particular no existe una cultura de asociacionismo y los estados tampoco la incentivan. Por ello, muchos ciudadanos se afilian a las organizaciones única y exclusivamente para que éstas les resuelvan un problema específico de consumo que los aqueja. Cuando el trabajo está hecho, el asociado desaparece y ya no paga su membresía anual ni contesta los correos que se le envían.

Frente a ese panorama, lo único que se puede hacer es perseverar e insistir para que comprendan que su militancia en la organización es muy importante. Las redes sociales ayudan en este empeño. Lo bueno es que siempre hay algunos asociados que se mantienen fieles a lo largo de los años y asisten a las asambleas, aportan ideas y se comunican permanentemente. En consecuencia, el objetivo de todas las organizaciones debería ser identificarlos y mantenerlos.