El presidente de la Fundación por los Derechos del Consumidor (Fundecom) habla acerca de los desafíos a los que se enfrenta su país en materia de defensa de los consumidores y valora muy positivamente las relaciones con FACUA.
La Fundación por los Derechos del Consumidor (Fundecom) de República Dominicana nació el 1.999 como una sociedad civil sin ánimo de lucro con el firme propósito de luchar y defender de los derechos de los consumidores.
Entre sus logros destacados, conseguir que dichos derechos de los consumidores poseyesen rango constitucional, un objetivo que se consiguió con la promulgación de la Constitución de la república el 26 de enero de 2010.
Así lo destaca su presidente, David La Hoz, en una entrevista ofrecida a la Fundación durante su visita este mes de febrero a la sede de la misma y a la de la organización FACUA – Consumidores en Acción, en Sevilla (España).
¿Cuál es el peso de las organizaciones de consumidores en República Dominicana? ¿Tienen suficiente presión en las políticas que se adoptan por parte del Gobierno?
Sí que incide en la política gubernamental y también en el empresariado y el comercio. Incidimos y somos más que todo una institución mediática. Es más el ruido que hacemos de lo que somos realmente.
Estructuralmente, en lo que a miembros se refiere, no somos tantos, pero sí hacemos suficiente ruido y nos hacemos sentir tanto a nivel de Gobierno como del comercio. Y sinceramente creo que nos respetan, tienen en cuenta nuestro punto de vista. Obviamente no siempre, porque cuando hay choque de intereses se impone la patronal pero sí somos fuertes mediáticamente.
¿Cuáles son sus principales desafíos de Fundecom como asociación de consumidores en República Dominicana?
El principal desafío es de organización y estructural. Más que trabajar hacia afuera, debemos trabajar hacia adentro en una estructura que nos permita responder a las demandas que tenemos. Una estructura donde tengamos suficiente espacio, suficientes medios y suficiente personal para responder a las demandas de la sociedad.
Estamos en una fase de construcción desde la base legal. Estamos hablando con mucha intensidad sobre metodología, calidad, de reglamentos técnicos que son muy necesarios, de la ley de etiquetado de productos y de reglamentación de la publicidad. Hay mucha publicidad engañosa y mucha irresponsabilidad por parte de las empresas publicitarias en lo que dicen y en el cómo lo dicen, algo que generalmente perjudica a los consumidores.
Ahondando un poco más, ¿cómo es el movimiento de consumidores en República Dominicana y qué diferencias hay con el consumerismo que existe aquí en España?
Aquí en España es un movimiento mucho más consolidado, el nuestro es un movimiento en construcción. Por eso estamos dedicando tanto tiempo en el tema legal. Aunque estamos ya en la Constitución, que ha sido todo un proceso, tenemos alguna ley que se ha iniciado en el siglo XXI pero nos faltan otras que son esenciales para poder tener el marco legal completo y, a partir de ahí, dedicarnos con más tiempo al tema organizacional y de membresía.
Tenemos que estar muy atentos a que una decisión transnacional, como que un acuerdo de libre comercio sea bilateral o unilateral, no anule la legislación interna que tenemos. En República Dominicana hay grandes amenazas con eso porque el transaccionalismo se está imponiendo de una manera que está acabando con la soberanía nacional y con la legislación interna. Es un poco lo que pasa aquí con Bruselas, que lo marca todo.
Allí no es una entidad como en Europa, sino que son los tratados de libre comercio los que inciden y que te presentan como un tema particular pero de alcance general, y hay que tener mucho cuidado con eso.
Imagino que hay mucho trabajo por delante para intentar cambiar o mejorar esta situación.
La parte formativa y educacional, en sentido general, es algo que venimos trabajando desde nuestras organizaciones, desde el lobby universitario que tenemos para eso, con relaciones interinstitucionales con organizaciones de la sociedad civil y el propio Estado. Nos falta trabajar más con los gobiernos municipales, donde no tenemos actualmente una campaña abierta de captación, donde hacerles ver que nuestro trabajo va en provecho de los consumidores.
Tenemos una agenda muy amplia que todavía no hemos podido desarrollar al completo. Por ejemplo, un sector como el turismo, que es el más vulnerable, es un tema que lo maneja el Gobierno nacional. Tenemos conciencia de que tenemos que trabajar esa parte en algún momento, pero actualmente no está en carpeta.
En cuanto al Programa de Transmisión de Experiencias de FACUA ¿qué te ha parecido?
Creo que la formación ha sido excelente. El trabajo que ustedes hacéis desde FACUA nos da mucha confianza, la extensión que hemos podido notar estos días aquí in situ nos permite tener confianza en lo que hacemos.
Además, nos permite ver que no es un sueño, que se puede, y que lo que tenemos que hacer es trabajar duro para llegar a tener un alcance importante como el vuestro, porque actualmente somos un movimiento en construcción.
¿Algún aspecto que te haya llamado la atención de la experiencia de FACUA en el consumerismo?
Lo que más nos llama la atención es que ustedes estáis ya completamente profesionalizados. Tenéis personal para cada cosa. Estructuralmente estáis bien organizados y también en el mundo de internet, donde tenéis un desarrollo importante que os permite desarrollar una vida de normalidad, se podría decir. Estáis listos para ir con el día a día sin fallas o ausencias estructurales, que es un poco lo que nos pasa a nosotros. Ustedes nos llevan todos esos pasos por delante, pero también es un síntoma de confianza para nosotros, de que podemos hacerlo.
¿Cómo ves la membresía? ¿Piensas que puede trasladarse a tu país? ¿Cómo puede ser acogida?
Se puede, aunque la dificultad radica en qué priorizamos. O nos centramos en el marco de la construcción institucional o priorizamos la membresía, no tenemos capacidad para hacer ambas cosas a la vez.
Entonces tenemos que decantarnos por una y nos hemos decantado por el aspecto institucional porque las políticas neoliberales son aplastantes y avasalladoras y si te descuidas te dejan sin función.
Estamos en un momento en donde lo social no tiene ningún peso y lo individual es muy fomentado. Tenemos que tener cuidado porque nos dejan sin objeto si nos despistamos, por lo que mantener esa vigilia es un problema existencial para nosotros. De eso depende el que existamos o no. Es crucial lo que podamos hacer en ese plano.
¿Qué piensas de la oportunidad de venir aquí, a Sevilla (España), para poder ver in situ cómo realiza FACUA su labor de defensa de los consumidores, para ver en la práctica lo que se ha contado en la teoría?
Considero que es un aprendizaje indispensable. Obviamente necesitamos lograr una selección de personal, no como ahora que es un voluntariado, sino una estructura operativa con vista a hacer funcional lo que hacemos.
Cuando tengamos esas necesidades en áreas específicas, nos viene pero que muy bien la experiencia de ustedes.
¿Qué piensa de la labor de la Fundación FACUA de reforzar el movimiento consumerista en Latinoamérica, siendo las protagonistas de esa fortaleza las propias asociaciones de consumidores de los distintos países?
Desde hace años, que ya conocíamos a Paco Sánchez Legrán, observamos una identidad y una planificación de objetivos pasmosa entre lo que hace FACUA y lo que hace Fundecom. Ahora que hemos venido aquí y hemos podido comprobar que tenemos un mismo discurso, que nos manejamos de la misma manera y que trabajamos de manera semejante en cuanto a objetivos, estoy impresionado positivamente. Es como natural la comunicación y la unión entre ambas organizaciones.
Yo soy un poco chovinista con la cultura, y creo que muchos en América lo somos. Entonces, vemos de muy buena gana a España. Por eso, el hecho de que la iniciativa parta de FACUA nos parece muy sano. No existe frontera en el aspecto cultural entre nosotros, por lo que la comunicación es muy buena. Incluso veo que entre ustedes, la z no está muy acentuada. Sois los españoles más cercanos a nosotros (ríe). Me he fijado que incluso usamos los mismos términos.
Es un tema de compenetración, de que nos entendamos y ese es el éxito. Hay quien rechaza las culturas parecidas pero a mi me encanta que sea así, que podamos comunicarnos bien, que tengamos gustos similares…Estos aspectos yo creo que nos hace ganar tiempo en cuanto a los resultados que buscamos ambas partes.
David de la Hoz
Presidente de La Fundación por los Derechos del Consumidor (Fundecom)