En 2015, Naciones Unidas ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un camino tendiente a optimizar los niveles y calidad de vida de todas y todos. La Agenda contiene 17 Objetivos que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades.
Con la pandemia de COVID19 nos encontramos ante una crisis sanitaria global de características no vistas en el último siglo. Se están destruyendo vidas, propagando el sufrimiento humano y trastocando la cotidianeidad de la gente. Es mucho más que una crisis sanitaria: está atacando el núcleo de las sociedades. El Secretario General de la ONU ha pedido una respuesta urgente y coordinada que se centre en “recuperarse mejor” mediante la construcción de economías y sociedades más igualitarias, inclusivas y sostenibles que sean más resilientes frente a las pandemias, el cambio climático y muchos otros desafíos a los que nos enfrentamos en la actualidad.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS y sus metas estimulan áreas críticas de la humanidad que se encuentran interrelacionados, reconociendo el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad ambiental, económica y social, a partir de soluciones integradas. Esto último es lo que enciende las alarmas en el contexto de una pandemia global como lo es el Coronavirus (Covid-19), ya que no se trata sólo de una crisis sanitaria circunscrita a en la salud pública, sino que involucra a todos los sectores de la sociedad (económicos, políticos y de relaciones sociales) lo que afectará negativamente las medidas tendientes a lograr un desarrollo sustentable.
El Covid19 producirá probablemente cambios positivos en temas ambientales (ODS13) que se verán expresados en una disminución de la huella de carbono, principalmente a través de la disminución del transporte en las ciudades y de los procesos productivos, pero que a la vez tendrá graves efectos negativos en el deterioro de la salud, y como efecto conclusivo un incremento en las desigualdades debido a la desaceleración de la economía mundial. Desplome que traerá grandes pérdidas de ingresos, donde los segmentos más vulnerables de la sociedad, (ODS1), se verán mayoritariamente afectados, con riesgos de disminuir aún más su calidad de vida. Es la pobreza la que muchas veces condiciona las precarias realidades de habitabilidad, hacinamiento, estrés urbano (ODS11), malas condiciones de saneamiento, todo lo cual deja a los más pobres más expuestos a la enfermedad.
Por otro lado, los cierres de fronteras, las cuarentenas y las perturbaciones en el comercio afectan la producción y distribución de alimentos (ODS2), lo que restringe el acceso de las personas a alimentos suficientes, diversos y nutritivos, especialmente en los países más afectados con el virus o los que ya sufrían inseguridad alimentaria. Cuarentenas que también traerán desempleo masivo que es otra de las realidades perniciosas, se estima que 25 millones personas podrían perder sus empleos (ODS8) a causa de la crisis laboral y económica.
Asimismo, la escasez de suministros no sólo afecta al sector alimentario, sino que también el acceso al agua (ODS6), lo cual dificulta el acceso a instalaciones limpias para lavarse las manos, que es una de las medidas más importante de prevención contra el COVID19.
En el ámbito de la educación (ODS4) las metodologías online tomadas por los gobiernos no son accesibles para todos y no cuenta con las herramientas para satisfacer las necesidades pedagógicas, lo que una vez más provoca una segmentación de oportunidades, que deja en clara desventaja a los que tienen menos recursos económicos.
Este virus está teniendo un efecto devastador en la salud y bienestar a nivel mundial (ODS3), produciendo miles de muertes y afectando significativamente la salud mental, lo que provoca una sobrecarga de los sistemas de salud pública, sistema donde las mujeres (ODS5) representan uno de los sectores más expuestos en esta pandemia… Además, las medidas de confinamiento han aumentado exponencialmente las denuncias por violencia de género.
En suma, sabemos que la crisis sanitaria se controlará en algún momento, pero no sabemos cuán rápido esto sucederá y mientras tengamos esta duda debemos únicamente, con la participación de todas las personas y las comunidades, tratar de controlar y reducir esta enfermedad.
De la misma manera, debemos como comunidad internacional, evitar que se propaguen los conflictos entre países, que se superen las situaciones ignominiosas de los refugiados y desplazados, que son los más vulnerables frente al riesgo de la pandemia y de la pobreza (ODS16). Afortunadamente, en la actualidad somos más conscientes de lo interconectado que está el mundo y, sobre todo, del frágil equilibrio de la sociedad, es por eso que debemos buscar la cooperación internacional y crear alianzas (ODS17), principalmente en temas de sociales y de salud.
En Chile como en el mundo entero los esfuerzos están centrados en la actual crisis sanitaria, la superación de sus negativas consecuencias está estrechamente relacionadas con el término de las desigualdades, que dieron origen al estallido social iniciado el 18 de octubre. Por esto, hoy más que nunca es necesario, dialogar sobre los efectos de esta crisis y trabajar en visiones compartidas para derrotarla. En este sentido, la Agenda 2030 y la acción por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen una oportunidad para crear espacios de diálogo que contribuyan a crear consensos, redes y acuerdos entre diferentes actores sociales que permitan acelerar el logro de los objetivos planteados y el nacimiento de un nuevo orden, superando así la crisis sanitaria, económica y social.
Espacios de dialogo que reúnan a representantes de la sociedad civil con los tomadores de decisiones, parlamento, gobierno nacional, gobiernos locales, representantes de la academia, el sector privado y de organismos internacionales, cuyo objeto sea buscar acuerdos, crear redes y compromisos en torno a la Agenda 2030 y la actual situación en Chile.
En este contexto es muy importante la información y conocimiento de los 17 ODS y la Agenda 2030 en tiempos de crisis social, económica y sanitaria, que sean capaces de generar propuestas consensuadas y acciones de incidencia con los decisores políticos que aborden temáticas prioritarias, y que potencien el logro de los 17 ODS y la Agenda 2030, y que sean capaces de difundir estos contenidos a través de los medios de comunicación en diferentes soportes de las redes sociales.
Los contenidos que se deberían abordar estos diálogos sociales están relacionados cada uno con diversos ODS.
- Los 17 ODS en la construcción de un nuevo contrato social en Chile después del Corona Virus.
- Igualdad, pobreza y trabajo (ODS1, ODS8, ODS10).
- Alimentación sana y cuidado del planeta (ODS 2, ODS 3, ODS 12, ODS 13 y ODS 14)
- Salud para todas las lecciones del Corona Virus (ODS 3, ODS 5, ODS 6).
- La educación en los nuevos tiempos (ODS 4).
- El agua, la savia de la vida (ODS6)
- Empresas sostenibles después del Corona Virus (ODS 5, ODS6, ODS7 y ODS8)
- Nuestro compromiso hacia el 2030.
Es vital, contar con una estrategia de diálogo social integral y coordinado para prevenir, salvar vidas y minimizar el impacto del coronavirus. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 simbolizan una hoja de ruta para enfrentar los desafíos mundiales como la crisis sanitaria actual, respetando los derechos humanos en un mundo interconectado como el actual, manteniendo un equilibrio entre la protección de los derechos, el medio ambiente y el necesario desarrollo económico.
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Ronald Wilson. Secretario Técnico de las Mesas Temáticas con la Sociedad Civil. Senado de Chile. Consultor Fundación Ciudadana por un Consumo Responsable