Históricamente, el comercio está vinculado a la cultura y al desarrollo de los pueblos. Los árabes fueron un gran imperio al unificar la lengua para facilitar el comercio entre ellos, y fueron los primeros en acuñar la moneda en oro y plata, según explica el profesor Juan Bosch en el libro Breve historia de los pueblos árabes” que recoge cuatro conferencias que ofreció a la comunidad dominicana de origen árabe en el año 1975.
Mientras Europa estaba en pleno feudalismo, con el sistema de trueque, los árabes con sus camellos, que eran sus mejores aliados para transitar en el desierto, lograron construir una sociedad mercantil y ser grandes comerciantes que consiguieron expandirse por el mundo conocido en esos tiempos.
Los árabes que surgieron de los pueblos nómadas doblegaron el desierto. Eran sociedades móviles, no sedentarias, pero su rico idioma permitió la expansión y gran parte de la cultura conocida en el mundo occidental.
Llegaron a Europa. En España se quedaron durante ocho siglos, desde el 711 hasta 1492, donde dejaron huella en el arte y la cultura, incluyendo un idioma, mezcla del castellano con el árabe, que según don Juan era una lengua muy rica.
La herencia de los árabes en el comercio sigue viva porque, después del amor, es el comercio el que mueve la tierra.
El desafío es convertir el viernes negro en verde, lo que implica un gran esfuerzo de retórica porque el espíritu de manada que a veces asumimos impide que usemos la razón, y la enfermedad del consumismo limita el pensamiento, aunque luego nos arrepentimos de haber gastado en cosas que no son necesarias.
Debemos ser responsables como personas y verificar si necesitamos lo que se oferta, reciclar lo que guardamos, reducir el consumo innecesario y reutilizar y regalar a quien lo necesite lo que había en el espacio que ocupará lo que hemos comprado atraídos por la publicidad.
Black Friday, o viernes negro, es el día después de Acción de Gracias, que se celebra en Estados Unidos el último jueves de noviembre. Al día siguiente se ofrecen todas las ofertas posibles y la gente se va a las filas desde las dos y tres de la madrugada a esperar a que abran las tiendas.
Esta costumbre comenzó en Estados Unidos en los años 60 y ya se ha extendido por todo el mundo, sobre todo después de la llegada del comercio electrónico, cuando el gigante Amazon comenzó sus ofertas por esa vía.
Conocía que en España este tipo de ofertas y compras masivas se ofrecían después de Navidad. En enero comenzaba lo que era el equivalente al viernes negro. Pero desde que Amazon entró al mercado, el Corte Inglés -la mayor tienda de ese país- ha entrado también. En Inglaterra actuaron con cierto nivel de resistencia para no americanizarse, lo que le costó un poco de esfuerzo a Amazon hasta que al final logró penetrar. En Canadá tienen el Boxin Day, pero para el Black Friday cruzaban la frontera hasta que debieron asumirlo. En México tienen el Buen Fin, igual al viernes negro.
Está en todo el mundo y, como explican los progenitores de esta fiesta de ofertas, se busca reponer lo que estaba en rojo todo el año y advierten a los consumidores de que tengan en cuenta que no todas las ofertas y promociones son reales.
Aquí el Black Friday lo comenzó Plaza Lama en 2009. El año siguiente algunas lo secundaron tímidamente, pero, al tercer año, lo hicieron todas. Hoy la publicidad abarca desde funerarias y pollos del Provocón hasta el más sofisticado establecimiento del país.
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Altagracia Paulino. Periodista y abogada de República Dominicana, ex Directora de FUNDECOM y de PRO CONSUMIDOR, actualmente Presidenta de ONPECO.