En Chile, según el XXII Informe de Deuda Morosa correspondiente al Tercer Trimestre de 2018, elaborado por la Universidad San Sebastián y Equifax, el número de deudores morosos alcanzó los 4.509.598 habitantes (cifra registrada al tercer trimestre de 2018). Este dato corresponde al 25% de la población total en nuestro país, según el último censo oficial. Dicho de otro modo, del total de la fuerza de trabajo local, que corresponde a cerca de nueve millones de personas en edad de trabajar, casi el 50% no estaría en condiciones de hacer frente en tiempo y forma a sus compromisos crediticios. En solo cuatro años, la cifra de deudores morosos en Chile ha crecido más de un 40%.
En este contexto, la primera iniciativa ligada al fomento de la educación financiera se llevó a cabo en 2014, cuando la ex presidenta Michelle Bachelet creó, a través del Decreto Presidencial 954, la Comisión Asesora para la Inclusión Financiera, que tenía entre sus objetivos elaborar una Estrategia Nacional de Educación Financiera (ENEF), que posibilitara una mayor coordinación entre los distintos actores públicos y privados de la industria financiera.
Posteriormente, en enero de 2018, Bachelet recibió de parte de la Comisión Asesora para la Inclusión Financiera, coordinada por el Ministerio de Hacienda, el documento Estrategia Nacional de Educación Financiera (ENEF), con lo que se buscaría hacer frente al bajo nivel de alfabetización financiera de la población en el país, colocando el foco en los jóvenes, las mujeres y los adultos mayores, siguiendo recomendaciones de la OCDE, el Banco Mundial y del G20 (ENEF, 2018, 11).
La ENEF define y detalla 25 líneas de acción y 76 acciones concretas para enfrentar la baja alfabetización financiera de los chilenos. Estas acciones se reparten entre las 28 instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil que participan de la ENEF (2018, 9).
Ineficacia de la Política Pública
En esta situación de creciente sobreendeudamiento y morosidad en la población chilena, surge la siguiente interrogante: si hace cuatro años se comenzaron a generar instancias para disminuir el sobreendeudamiento en la población, ¿cómo se explica que éste siga aumentando?
La educación financiera cumple una función fundamental en la prevención de este fenómeno, puesto que permite a los individuos mejorar la comprensión de conceptos y productos financieros, prevenir el fraude, tomar decisiones adecuadas a sus circunstancias y necesidades y evitar situaciones indeseables derivadas, bien de un endeudamiento excesivo o de posiciones de riesgo inadecuadas.
Chile es un país donde se pueden observar importantes brechas socioeconómicas, y en ellas, el nivel educacional de la población tiene una relevancia fundamental. Sin embargo, las deficiencias educacionales de los chilenos no responden a falencias en el acceso a la información, sino a la comprensión de los contenidos, especialmente en términos económicos y financieros, que muchas veces son aprehendidos solo por una pequeña parte de la población.
Por esto, se ha hecho indispensable nivelar los conocimientos acerca de las decisiones financieras que puede tomar un individuo o un grupo familiar, considerando el creciente nivel de sobreendeudamiento y morosidad que tienen los chilenos, especialmente en los sectores socioeconómicos más vulnerables (que se encuentran bancarizados y que cuentan con capacidad de endeudamiento formal).
Ahora, considerando los propósitos de la Estrategia Nacional de Educación Financiera, su estado actual de avance y el campo comunicativo en que sus actores se desenvuelven, es posible afirmar que la ineficacia de la política representa un problema de índole estructural, que va más allá de esta política puntual.
Como antecedente a destacar, se observa que la política hoy se encuentra activa y funcionando. Sin embargo, su nivel de penetración es débil. La estadística reciente indica que los niveles de sobreendeudamiento en Chile siguen aumentando y las acciones destinadas a generar un posicionamiento de la política, su relevancia y beneficios para la ciudadanía, son aún insuficientes.
El rol de los Medios de Comunicación
Actualmente, el Gobierno de Chile no cuenta con una estrategia comunicacional que alcance a todo su público objetivo y que impacte realmente en la población a través de los medios de comunicación masivos y tradicionales. Tampoco cuenta con la supervisión y control constante respecto a que se realice una difusión de esta política pública en los medios, lo que indica el bajo nivel de prioridad de las instituciones financieras de carácter privado, ya que su interés principal es continuar comercializando sus productos y servicios, e inevitablemente estas tienen tasas de interés y gastos asociados que muchas veces las personas con mayor analfabetismo financiero desconocen y no evalúan antes de solicitar un crédito.
La incidencia de las políticas públicas de comunicación en el diseño de la estrategia comunicacional de Educación Financiera en Chile, presenta grandes brechas que se pueden considerar como desafíos y nuevas posibilidades para que los agentes involucrados puedan interactuar correcta y eficientemente entre los públicos objetivos y el sistema comunicacional chileno (televisión, radio, internet, prensa, publicidad).
En Chile, a diferencia de otros países, aun predomina el poder de las instituciones privadas sobre el bienestar de la sociedad. Es el mercado el que regula el desarrollo del país y de sus habitantes, sin detenerse a cuestionar el verdadero aprendizaje, la apropiación e inclusión financiera de la población.
En este contexto, la literatura plantea que “el Proceso de Formulación de Políticas (PFP), es un juego dinámico entre diversos actores, públicos y privados, que interactúan en lo que podrían llamarse escenarios, y que defienden intereses y motivaciones propias (…) En este proceso participan partidos políticos, representantes de los poderes del Estado, movimientos sociales, grupos de presión, empresas y medios de comunicación”.
No obstante, en el caso de este análisis, dados los antecedentes, podría concluirse que la regulación de los medios de comunicación, en tanto los intereses que tensionan la libertad de expresión y la capacidad de producir, transmitir y recibir información, están aislados del real alcance de quienes requieren mayor información y educación financiera, es decir, la ciudadanía, a través de los medios de comunicación masiva, no solo digital, sino de los mass media en su conjunto, entendiendo que el fenómeno de las redes y medios sociales solo genera contenido, pero no logra la apropiación de los conceptos que construyen esta política pública.
*El presente artículo es un breve resumen de la publicación académica realizada por el autor en la Revista Estudios sobre el Mensaje Periodístico, de la Universidad Complutense de Madrid, en diciembre de 2019, titulado “El papel de los medios en la comunicación de la Política Pública de la Estrategia Nacional de Educación Financiera en Chile”.
Para leer completa la publicación académica, puede acceder a la sección Documentos de este mismo Blog.
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Carlos Montoya Ramos. Encargado de Comunicaciones Estratégicas ODECU. (Organización de Consumidores y Usuarios). Máster en Ciencias de la Comunicación. Periodista Especializado en Educación Financiera