Desde 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua. En julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la ONU reconoció “que el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”.

Dicho reconocimiento propugna que, en todos los países, con énfasis en los países en desarrollo, se intensifiquen los esfuerzos para proporcionar a toda la población un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible.

La preocupación de la ONU no es de menos, ya que más de 800 millones de personas carecen de acceso a agua potable y cada año fallecen aproximadamente 1.5 millones de niños y niñas menores de 5 años a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento.

Este déficit en el acceso a agua segura tiene múltiples causas, destacando la insuficiente inversión pública en el sector, la aún limitada transferencia tecnológica que, combinada con la corrupción pública y privada, son factores que refuerzan la injusta, inequitativa y desigual condición existente en el acceso a agua potable y saneamiento.

El panorama en los países en desarrollo es tan perturbador que parece casi natural la coexistencia de ciudadanos, principalmente de sectores medios y altos en zonas urbanas, que tiene acceso a agua por cañería con su respectivo saneamiento, pagando por ello tarifas con un importante componente de subsidio, y por otro lado, importantes contingentes de población, sobre todo sectores de escasos recursos que habitan en las periferias urbanas y en zonas rurales, que tienen un precario acceso a agua potable o no lo tienen, lo que les obliga a comprar el agua a camiones cisternas a precios exorbitantes y en deficientes condiciones de salubridad.

Un ejemplo de lo anterior es lo que sucede en El Salvador. Aquí, la empresa pública de acueductos y alcantarillados cobra aproximadamente 8 dólares por el consumo de 30 metros cúbicos a los usuarios conectados a su servicio. Una situación mucho más difícil es la que sufren las familias que no tienen suministro de agua a través de la red pública, y que no tienen más salida que consumir el agua que venden camiones cisternas privados; en este caso, el agua es comprada por lo menos a 1 dólar el barril, y si el metro cúbico tiene 5 barriles, el precio del metro cubico sería 5 dólares, monto que es casi veinte veces más caro que los 0.27 centavos de dólar en promedio que paga por metro cúbico (5 barriles) la familia del ejemplo de los 30 metros cúbicos de agua al mes.

Como se ve, en El Salvador es relativamente baja la tarifa del servicio de agua que suministra la empresa pública y es carísima el agua que consumen los hogares pobres y los que no tienen conexión a la red pública, lo que plantea grandes retos para el cumplimiento del derecho humano al agua.

También es otro reto para el derecho humano al agua el que exista un eficiente sistema de atención de los reclamos de los usuarios del servicio de agua potable; al respecto, es llamativo que El Salvador se destaque como uno de los países donde más denuncias se producen por problemas con este servicio. Una de dos, o es que los consumidores salvadoreños somos muy activos en la denuncia o es que la empresa pública aún mantiene una prestación del servicio con muchas deficiencias.

Denuncias sobre el servicio de agua potable en varios países

País

2010

2011

2012

2013

2014

2015

Promedio

Costa Rica

92

123

192

263

245

186

183

Panamá

138

97

151

450

711

553

350

Argentina

3,293

3,602

4,944

4,934

4,590

5,850

4,535

El Salvador*

10,732

8,990

7,603

6,076

4,964

8,382

7,791

Chile

9,179

10,742

12,214

12,008

12,527

11,664

11,389

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Costa Rica), Autoridad Nacional de Servicios Públicos (Panamá), Ente Regulador de Agua y Saneamiento (Argentina), Defensoría del Consumidor (El Salvador) y Superintendencia de Servicios Sanitarios (Chile).

* Los datos corresponden a los años de gestión que van de junio a mayo.

Teniendo en cuenta que la población de El Salvador ronda los 6 millones, en Chile son 17.9 millones y en Argentina son 43.4 millones de habitantes, se puede afirmar que El Salvador tiene la tasa per cápita más alta de denuncias por los servicios de agua potable.

Así entonces, es bueno que conmemoremos el Día Mundial del Agua, pero sobre todo esta es una ocasión propicia para anunciar planes y estrategias concretas para atender los problemas de accesibilidad, disponibilidad y calidad en el servicio de agua potable que aún afecta a importantes segmentos de la población.

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Armando Flores. Fundador y ex Director del Centro para la Defensa del Consumidor, ex Presidente de la Defensoría del Consumidor y ex Ministro de Economía en El Salvador.